Starlite Festival emite un comunicado donde “sopesa el traslado del Festival a otro municipio” desde 2018

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Ante las informaciones publicadas en algunos medios de comunicación marbellíes en el día de hoy, y a la vista de las declaraciones efectuadas durante la mañana por el Alcalde de Marbella, la organización del Festival Starlite desea manifestar lo siguiente:

1.- Es rotundamente falso que la Policía Local de Marbella procediese, en la madrugada de ayer, al cierre de la sesión del Festival y al desalojo del público asistente. La organización de Starlite, por propia iniciativa y como es de rigor, puso fin a la sesión de ayer llegada la hora preceptiva, dada la ausencia de autorización, por el Ayuntamiento, de horario excepcional o prolongado.

2.- Lo anterior demuestra el escrupuloso respeto, por parte de Starlite Festival, de la legalidad vigente. Y ello, a pesar de que la edición de este año transita por la senda de la más absoluta inseguridad jurídica, por los siguientes motivos:

A) Cada edición del Festival (y ya van seis) tarda más de un año en programarse, pues así lo impone la agenda de los artistas de primer nivel que en ellas se dan cita y que acceden, por la reputación ganada, a actuar para no más de 3.000 personas, cuando lo normal es que lo hagan en recintos con capacidad para más de 30.000.

B) Pese a ello, el actual equipo de gobierno de Marbella no parece haber comprendido tal extremo y, en la presente edición, otorgó la autorización para la celebración del Festival con apenas 72 horas de antelación a la fecha prevista para la apertura de puertas. Poco le ha importado el relevante retorno económico que la ubicación del Festival en Marbella reporta para la ciudad y que, según los estudios más autorizados, se eleva a más de 80 millones de euros en los últimos cuatro años, sin olvidar el reclamo turístico que el evento comporta.

C) Asimismo, el equipo de gobierno municipal, desconociendo la calificación del Festival como actividad de interés general por la Junta de Andalucía, ha insistido en “encorsetar” jurídicamente la actividad que desarrolla Starlite, condicionando el cumplimiento de un programa cerrado hace más de un año a autorizaciones singulares de horario que tramita día a día, de manera que las sesiones que no cuentan con tal autorización se saldan con cancelaciones de actuaciones, devoluciones de entradas y pérdidas de puestos de trabajo y de remuneraciones para el personal que directa e indirectamente participa en Starlite.

D) Frente a lo aducido en la mañana de hoy por el Alcalde de Marbella, Starlite ha solicitado -y va a seguir solicitando- al Ayuntamiento todas las autorizaciones precisas para cumplir íntegramente el programa proyectado en la edición de 2017 y ofrecido al público en general. Starlite es un mosaico cultural y musical, orientado a todos los gustos y segmentos sociales y generacionales. Queda en manos del Ayuntamiento justificar por qué unos artistas van a poder actuar en el Festival y otros no, sin incurrir en discriminación.

E) Starlite va más allá de un simple espectáculo musical. Lo sabe el Ayuntamiento de Marbella, el cual, a la hora de incrementar el canon que la organización ha de pagar para su celebración en el emplazamiento actual, ha tenido en cuenta todas las actividades que se dan cita en Starlite, pero no ha hecho lo propio a la hora de propiciar el cumplimiento del programa.

3.- La organización de Starlite Festival, consciente de la actitud obstaculizadora del actual equipo de gobierno municipal de Marbella, pero, a la vez, resuelta a preservar los puestos de trabajo de sus empleados y a garantizar la continuidad de un evento de tal significación cultural que le ha hecho ser valedor de la condición de embajador de la Marca España, ha tomado, previo consejo de sus abogados, dos decisiones:

. Sopesar, de forma seria, el traslado del Festival a otra ciudad. En este sentido, se han iniciado ya conversaciones con los gobiernos de otros municipios que han trasladado su interés en albergar las próximas ediciones.

. Iniciar cuantas acciones judiciales procedan contra el Ayuntamiento de Marbella -y, a título personal, contra sus responsables- en orden a defender los intereses del Festival frente a la conducta obstaculizadora y contraria a la legalidad que, por parte de esa Corporación, se viene observando. Singularmente, nos proponemos demostrar jurídicamente que la catalogación dada por el Ayuntamiento al Festival en la edición de este año no es conforme a Derecho, sujetándolo a un régimen legal que no le es propio y haciendo depender de la voluntad del Ayuntamiento el cumplimiento del programa fijado. Asimismo, reclamaremos en sede judicial los daños y perjuicios que la postura del Ayuntamiento está generando.