Dani Brasserie y Bodegas Barbadillo se unen para reinventar el icónico cóctel Negroni en la duodécima edición de la Negroni Week, que dará comienzo el 16 de septiembre. 150 copas exclusivas, resultado de un proceso artesanal de elaboración y dedicadas a los amantes de la coctelería, pero, sobre todo, a quienes saben apreciar cada instante y comprenden la efimeridad del tiempo o Tempus fugit.
Barrica Tempus Negroni
En el marco de la duodécima edición de la Negroni Week, que tendrá lugar a partir del 16 de septiembre, Dani Brasserie, en colaboración con Bodegas Barbadillo, lanza Tempus Negroni, un cóctel exclusivo de edición limitada que combina la tradición italiana del Negroni con la perfección sanluqueña de Barbadillo. Un cóctel en homenaje al tiempo y a la pasión por el detalle que define la filosofía de la brasserie de Dani García, ubicada en la séptima planta de Four Seasons Hotel Madrid.
Tempus Negroni es toda una oda al paso del tiempo y al envejecimiento artesanal. Elaborado con una combinación selecta de Brandy de 20 años, Amontillado Príncipe de Barbadillo, Ataman, Campari y un toque final de Inquina, este Negroni ha sido envejecido en una barrica envuelta en caligrafía dorada, entre otros detalles únicos pensados especialmente para la ocasión por el diseñador Goyo Valmorisco, que contaba con una sola premisa desde Dani Brasserie y Barbadillo: “dar al tiempo el protagonismo que se merece”. Esta joya en forma de barrica fue trasladada a Bodegas Barbadillo para un proceso de maduración de tres meses, capturando las notas tan características que sólo una tradición de seis generaciones de bodegueros enamorados de este arte puede ofrecer.
Cóctel Tempus Negroni
La creación final, el Tempus Negroni, inspirado en el ideal latino Tempus fugit (el tiempo vuela), encapsula la esencia del disfrute efímero, donde cada instante ha sido fundamental en su proceso de creación único. Dada esta exclusividad, únicamente se ofrecerán 150 unidades del cóctel, cada una acompañada de una tarjeta numerada a mano, simbolizando no sólo la excepcionalidad de cada copa, sino también la singularidad del proceso, desde la concepción del cóctel hasta el momento en que se sirve, pasando por el diseño artesanal de su barrica, traslado y maduración.