Imprentas on line, no es oro todo lo que reluce

Las imprentas “on line”, son un negocio en expansión con el que todos en mayor o menor medida estamos familiarizados. En sus lustrosas páginas Web, anuncian “milagrosos” recursos para que nuestros trabajos salgan impregnados de un halo artístico que sin duda, nos convence hasta ver los resultados finales una vez entregados en nuestros domicilios. No todas las veces los trabajos encargados a estas imprentas, resultan tan satisfactorios como cabría esperar. Esto, se debe en gran parte de las ocasiones a la poca o ninguna implicación de sus operadores, habida cuenta del inexistente contacto personal.

El TRATO PERSONALIZADO GARANTÍA DE UN BUEN ACABADO

Sin duda, en la mayor parte de los negocios que cuentan con un lugar físico, donde responder por sus trabajos, los responsables u operarios de estos establecimientos, nos ofrecerán las distintas opiniones, perspectivas y en general, la ayuda necesaria para que nuestros trabajos a imprimir, cumplan con las expectativas de calidad que demandamos con anterioridad al encargo a realizar. Innegablemente una de sus virtudes, es la de el trato personalizado a los clientes, y es por ello, que este tipo de negocios fomentan la fidelización de los clientes y condicionan su existencia a presentación de un buen resultado, pues de lo contrario, no se podrían mantener abiertos al público durante mucho tiempo si sus resultados no satisfacen plenamente a los clientes.

IMPRENTA TRADICIONAL VS IMPRENTA ON LINE

Usando una recurrente expresión coloquial, “no hay color”.
Si en alguna ocasión has tenido la necesidad de utilizar los servicios on line de una imprenta, una de las cosas que llama la atención es la de la cantidad de llamativas ofertas de las que disponen; regalos sin cargo adicional por la elaboración del trabajo, la rapidez con la que realizan el encargo y la inmediatez con la que lo entregan, etc… Dispuestos y convencidos, al iniciar los trámites pertinentes, empezamos a darnos cuenta de la complicación sobrevenida, a la hora de intentar explicar con precisión, qué es lo que queremos, pues en las pestañas/opciones que nos muestran, no contemplan con rigor nuestro planteamiento del trabajo a realizar. Toda vez que el trabajo a imprimir, resulte algo relativamente fácil, tanto como el subir una foto, que nos la impriman a lo grande y a todo color, también puede convertirse en una labor tediosa, frustrante y más digna de alguna de las películas de Misión Imposible, cuando intentamos subir el archivo de la foto a su sistema, conseguir que les llegue, que no tengamos problemas de compatibilidad de formatos, encuadres o tamaños…

SI NO TE LA QUIERES JUGAR

La verdadera suerte, es contar con alguna imprenta Printmakers cerca de casa, donde vas a tener la garantía de que el trabajo a realizar, no te va a costar más tiempo y dinero que el meramente imprescindible, no vas a tener que esperar a confirmaciones de si el documento se ha cargado correctamente para poder salir de casa, confiando que todo está hecho, para recibir un email algo más tarde, diciendo que debes de volver a mandar el archivo por circunstancias ajenas a su voluntad.

En las imprentas tradicionales, una vez has definido qué tipo de terminación quieres, el personal que te atenderá, se ocupará esmeradamente de cumplir con lo acordado en el momento del encargo, incluso, llegando a imprimir artes finales, para que verdaderamente quedes perfectamente informado y satisfecho de la calidad del trabajo, posteriormente procurarán cumplir con la fecha u hora de entrega, pues en eso les va el negocio. Así es como se consolida la clientela en las imprentas físicas, cumpliendo con lo acordado.

En las imprentas on line su máxima preocupación es la de captar el mayor número de clientes, embaucados por una brillante presentación en sus Webs y con un sin fin de promociones y regalos sin importar la satisfacción del usuario final una vez terminado el trabajo, debido a que si el cliente no queda satisfecho, la reclamación por el servicio prestado, y como viene siendo habitual en este tipo de negocios, la deberás hacer y como se suele decir en estos casos al “maestro armero”.