La Mancomunidad Costa del Sol promueve un estudio para buscar soluciones a la presencia de medusas

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La Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental va a promover la realización de un estudio sobre la incidencia de las medusas en el litoral, así como las posibles soluciones que puedan adoptarse para evitar su incidencia en las playas durante la época estival.
Margarita del Cid, presidenta de la Mancomunidad, ha presidido esta mañana una reunión en la que han participado los concejales de playas de los distintos municipios mancomunados, así como especialistas procedentes del Instituto Español Oceanográfico y del Aula del Mar. Durante la reunión, se ha puesto de manifiesto, según la presidenta, “que no existe un estudio concluyente mediante el cual podamos saber a qué se debe el fenómeno de la llegada de medusas al litoral. Por eso vamos a buscar la colaboración de la Diputación provincial a fin de que entre varias administraciones propiciemos ese estudio, a partir del cual podremos afrontar con más solvencia las posibles soluciones a este fenómeno”.
De ese modo, insistió Del Cid, “en octubre, una vez concluida la campaña de playas, y cuando tengamos los datos de incidencia totales, podremos redireccionar el problema y plantear algunas actuaciones para los próximos años”.
No obstante, de momento se va a impulsar una campaña de información que se llevará a cabo desde las torres de vigilancia en las playas, además de que los ayuntamientos de la zona pondrán carteles informativos en los aparcamientos de las zonas de playa, a fin de que los usuarios sepan qué hacer en caso de picadura de medusas. Asimismo, los ayuntamientos se han comprometido a facilitar información diaria al Aula del Mar, que la publicará en su app gratuita “infomedusas”, en la que también se recibirá información de los barcos de limpieza del litoral y de los pesqueros.
En ese sentido, los representantes del Aula del Mar han explicado que las poblaciones de medusas “experimentan fuertes fluctuaciones dentro de sus ciclos de vida, causando enjambres que suelen aparecer cuando los picos de fitoplancton son abundantes. Estas fluctuaciones presentan un comportamiento cíclico, normalmente asociados a fluctuaciones climáticas. Aunque normalmente las aglomeraciones se forman en mar abierto, las corrientes así como el viento de levante pueden acercarlas a la costa”.
“Esta situación es común a todo el litoral del Mar de Alborán, no solo a la Costa del Sol”, ha señalado Ángel Nozal, vicepresidente de la Mancomunidad y delegado de Turismo, quien incidió en que es perentorio que la población sepa cómo actuar ante una picadura de medusa: “es preciso lavarla con abundante agua de mar, poner hielo y, si se dispone de bicarbonato, aplicar un poco. Con eso las molestias pasan en poco tiempo”.
Por su parte, Manuel Cardeña, consejero delegado de Acosol, apuntó la posibilidad de que en los próximos pliegos de condiciones para la instalación del balizamiento se incluya la construcción de áreas libres de medusas, una especie de recintos en los que se puedan bañar los usuarios sin temor a la presencia de los invertebrados.