Picaduras de insectos o medusas, otitis externas o quemaduras solares, las consultas más frecuentes de los padres en verano

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El verano se acerca y con él, patologías y riesgos frecuentes en estas fechas en la población infantil, entre los que se encuentran las picaduras de insectos o medusas, la otitis externa o las quemaduras solares, que son algunas de las consultas más frecuentes en pediatría en estos meses. Aunque estas patologías son comunes y se repiten todos los años, todavía siguen generando muchas dudas en los padres que, en ocasiones, no saben como deben tratarlas para que no empeoren o si es necesario acudir o no a urgencias. El Dr. Antonio Conejo, responsable del servicio de pediatría del Hospital Vithas Xanit Internacional, ha querido hacer un repaso por algunas de las consultas y dudas más frecuentes con las que suelen encontrarse los pediatras en las consultas de este hospital.
“Una de las patologías más frecuentes con diferencia en verano es la otitis externa, que afecta hasta al 10 % de la población en algún momento de la vida, sobre todo a niños en torno a los 5-10 años. Suele originarse principalmente por la humedad y otros factores como pequeños traumatismos en el oído y el síntoma principal que presenta es el dolor del oído afecto, que suele ser intenso. En ocasiones, también puede observarse salida de secreción por el oído, a veces maloliente”, explica el Dr. Conejo. “El tratamiento, además de los analgésicos, suele ser siempre antibiótico, generalmente en forma de gotas que se aplican directamente en el conducto auditivo externo. Durante el tratamiento, es recomendable no mojar los oídos, ya que eso hace que el antibiótico pueda aclararse del conducto auditivo externo y, además, aumenta la humedad de dicho conducto, lo que favorece la proliferación de las bacterias y dificulta la recuperación del cuadro”, añade.

-Picaduras de insectos y medusas
Las picaduras de insectos más comunes en verano son de mosquitos, avispas y abejas, garrapatas, arañas, chinches y pulgas. “En general, ante una picadura de cualquier insecto basta con aplicar frío local o algún preparado tópico frente al picor disponible en farmacias. Si es una picadura de abeja y el aguijón es visible y accesible, se recomienda retirarlo con unas pinzas. Si el picor es muy intenso o hay muchas lesiones, se puede tomar algún jarabe antihistamínico para tratar de calmar el picor, siempre bajo prescripción médica”, explica el pediatra.
El Dr. Conejo explica, además, que en el caso de picaduras de garrapata en que el artrópodo siga fijado a la piel, es recomendable acudir a Urgencias para su retirada, ya que si se realiza de forma incorrecta puede quedarse la cabeza adherida a la piel, lo que dificultará su posterior extracción. “También es recomendable acudir a Urgencias cuando la tumefacción siga aumentando después de varias horas, sobre todo en zonas como la cara o los labios, y, especialmente, cuando aparezcan signos de posible alergia a la picadura (principalmente en caso de abejas y avispas): picor en los ojos, enrojecimiento generalizado del cuerpo, hinchazón de labios y/o párpados, dificultad para respirar, etc. En los casos de alergia a estos insectos, el deterioro clínico puede ser muy rápido, por lo que es capital una valoración urgente y, en el caso de personas alérgicas ya diagnosticadas, la administración rápida de adrenalina por parte de los familiares si disponen de ella”, matiza el especialista.
Las picaduras de medusas también son frecuentes en verano si vamos a la playa. Si sufrimos una es importante no rascar ni frotar la zona afectada, lavar con agua del mar (nunca con agua dulce), quitar los restos de animal adheridos a la piel con unas pinzas o algún trozo de plástico duro y aplicar frío durante al menos 15 minutos para calmar el dolor (si se usa hielo, no debe aplicarse directamente sobre la piel). “A veces puede quedar una herida abierta que puede infectarse en los siguientes días, por lo que es importante limpiarla con antiséptico de forma diaria. Si la lesión es muy extensa, se acompaña de sintomatología general o existe mucha inflamación y afectación local, se recomienda acudir a Urgencias para su valoración”, explica el Dr. Antonio Conejo.

-Quemaduras solares
Aunque existe cada vez más conciencia social con este tema, todavía es frecuente que se descuide la protección solar, sobre todo durante la infancia, ya que su elevado nivel de actividad durante las jornadas de playa y su habitual reticencia a las cremas fotoprotectoras acaban con frecuencia generando un uso inadecuadamente escaso de estas medidas tan importantes para la salud presente y futura de los niños. Este hecho es especialmente relevante en los niños, ya que es precisamente la población infantil, sobre todo los menores de 3 años, los más sensibles a los efectos nocivos de la radiación solar.
“Las medidas preventivas frente a la radiación solar son de vital importancia. Para ello, se recomienda evitar la excesiva exposición solar, sobre todo en las horas centrales del día, usar cremas de protección solar con frecuencia, con el factor de protección más alto que sea posible, (teniendo en cuenta que, cuanto menor sea este factor de protección, con más frecuencia habrá que ir aplicándolo), gorras o sombreros con ala, ropa que cubra la mayor parte del cuerpo posible y gafas de sol con filtro para rayos UV, que no solo protegerá la delicada piel de alrededor de los ojos, sino que también prevendrá el desarrollo precoz de cataratas por radiación”, añade el Dr. Conejo.