Vithas Xanit pone en marcha un nuevo protocolo que evita el vaciamiento axilar en pacientes con cáncer de mama

Este viernes se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, una patología que, además de ser el tumor más frecuente en las mujeres occidentales, según informan desde la Asociación Española contra el Cáncer, afecta cada año a 25.000 nuevas personas en España. Afortunadamente, según informan desde el Instituto Oncológico Vithas Xanit, perteneciente al grupo sanitario Vithas esta patología es uno de los tumores con unos índices de curación más altos, llegando a curarse en más del 80% de los casos si se detecta en etapas iniciales. Es por este motivo que los especialistas insisten especialmente en fomentar desde los hospitales la participación en programas de detección del cáncer de mama, ya una detección precoz de esta patología no sólo aumenta las posibilidades de curación de la misma sino que, además, permite poner en marcha protocolos en el tratamiento del cáncer de mama que mejoran también la calidad de vida del paciente. Un caso de este tipo se ha dado recientemente en Vithas Xanit, dónde se ha desarrollado por primera vez en un hospital privado de Málaga un protocolo en el tratamiento del cáncer de mama a fin de evitar el vaciamiento ganglionar axilar en las operaciones de pacientes con esta patología.

“El vaciamiento ganglionar axilar, o linfadenectomía axilar, en las pacientes con los ganglios afectados por cáncer produce de forma muy frecuente un linfedema, es decir, el acúmulo de linfa en el brazo sometido a esta cirugía, provocando inflamación e hinchazón del brazo. Esto da lugar a muchas molestias y ocasionan una gran morbilidad a las pacientes que lo sufren”, explica el Dr. Fran Fernández, Jefe de la Unidad de Mama del Hospital Vithas Xanit Internacional. “Gracias a este nuevo protocolo hemos conseguido evitar el vaciamiento axilar en la primera paciente”, añade.

Las candidatas a este protocolo son pacientes con cáncer de mama y afectación ganglionar axilar que tengan indicación de quimioterapia preoperatoria. El número de ganglios afectados deben ser como máximo 3 y el tumor debe presentar una característica que entre en el perfil de lesiones que responden a la quimioterapia preoperatoria.

“Lo que hacemos para activar este protocolo es, una vez seleccionados los casos y antes de iniciar el tratamiento, marcar las lesiones cancerígenas con clips metálicos para su posterior extracción y análisis intraoperatorio. Eso se realiza una vez finalizada la quimioterapia para así poder ver la respuesta que hemos obtenido en estas pacientes. En aquellas pacientes cuyas biopsias intraoperatorias determinen que no hay enfermedad residual en los ganglios previamente afectos podremos evitar el vaciamiento axilar, evitando con esto la aparición del linfedema”, explica el Dr. Fran Fernández. “Se trata de un trabajo multidisciplinar donde participan todos los miembros que lo componen: los radiólogos realizando el diagnóstico y marcaje de las lesiones para su futura extirpación, los patólogos para su correcto diagnóstico y elaboración de informes de grado de respuesta, medicina nuclear para la localización del ganglio durante la cirugía, oncología para indicar los tratamientos quimioterápicos y seguimiento y cirugía para su posterior extirpación”, matiza el especialista.

La oncología es uno de los referentes de Vithas Costa del Sol, disponiendo este hospital de un Instituto Oncológico que está organizado en Unidades funcionales, Unidad Funcional de Mama y tumores ginecológicos; de tumores digestivos; de tumores de cabeza, cuello y pulmón y de tumores urológicos y linfomas. En estas unidades interviene un equipo multidisciplinar que garantiza la continuidad asistencial del paciente según tipo de tumor.

Esta unidad especializada dispone, además, de un Comité Oncológico que es una herramienta indispensable para garantizar que las decisiones terapéuticas son las más adecuadas, garantizando la calidad asistencial de los pacientes oncológicos. Su objetivo es facilitar que todo enfermo de cáncer tenga un adecuado diagnóstico y tratamiento, con la garantía de la valoración de un equipo multidisciplinario. Cuenta con la colaboración estrecha de un equipo formado por miembros de todas las especialidades que asisten pacientes afectos de cáncer.